Bacterias
Bacterias en la agricultura
Los estudios que se han venido haciendo y que llegan actualizados hasta nuestros días sobre la citología y fisiología de las bacterias constituyen una posibilidad para explicar varios procesos biológicos generales. La facilidad para manejar cultivos puros de bacterias y las células individuales de los mismos, ofrece grandes ventajas sobre los estudios citológicos en los animales o plantas pluricelulares. Los sistemas enzimáticos (otra ciencia importantísima de la que expondremos en próximas colaboraciones), las reacciones de oxido reducción y la síntesis de las proteínas pueden ser estudiadas mas fácilmente empleando cultivos de bacterias. Además del estudio sobre los fenómenos vitales de la célula (una muestra para los avances transgénicos), las bacteria pueden usarse pues en experimentos de genética. La capacidad de adaptación de estos organismos y su variabilidad, los hacen ser un material excelente para resolver ciertos problemas genéticos, por la facilidad para cultivarlos y porque se pueden obtener grandes poblaciones y muchas generaciones de ellos en poco tiempo.
La industria forrajera ha venido incluyendo en sus fórmulas minerales porciones o dosis de bacterias con diferente actividad benéfica en la alimentación del organismo animal; la tendencia unánime es producir mejores productos lácteos y tejidos de mejor calidad en el tablejeo. En la agricultura estamos pisando apenas y de una manera muy leve, el primer escalón de la ruta del progreso.
La industria forrajera ha venido incluyendo en sus fórmulas minerales porciones o dosis de bacterias con diferente actividad benéfica en la alimentación del organismo animal; la tendencia unánime es producir mejores productos lácteos y tejidos de mejor calidad en el tablejeo. En la agricultura estamos pisando apenas y de una manera muy leve, el primer escalón de la ruta del progreso.
Bacterias en la industria
Muchas industrias dependen en parte o enteramente de la acción bacteriana. Gran cantidad de sustancias químicas importantes como alcohol etílico, ácido acético alcohol butílico y acetona son producidas por bacterias especificas. Se tienen que emplear bacterias para el curado de tabaco, el curtido de cueros, caucho, algodón, etc. Las bacterias (a menudo Lactobacillus) junto con levaduras y mohos, se han utilizado durante miles de años para la preparación de alimentos fermentados tales como queso, mantequilla, encurtidos, salsa de soja, chucrut, vinagre, vino y yogur.Las bacterias tienen una capacidad notable para degradar una gran variedad de compuestos orgánicos, por lo que se utilizan en el reciclado de basura y en bio-remediación. Las bacterias capaces de degradar los hidrocarburos son de uso frecuente en la limpieza de los vertidos de petróleo. Así por ejemplo, después del vertido del petrolero Exxon Valdez en 1989, en algunas playas de Alaska se usaron fertilizantes con objeto de promover el crecimiento de estas bacterias naturales. Estos esfuerzos fueron eficaces en las playas en las que la capa de petróleo no era demasiado espesa. Las bacterias también se utilizan para la bio-remediación de basuras tóxicas industriales. En la industria química, las bacterias son utilizadas en la producción de productos químicos enantioméricamente puros para uso farmacéutico o agroquímico.Las bacterias también pueden ser utilizadas para el control biológico de parásitos en lugar de los pesticidas.Bacterias en el alimento
Las bacterias, entre las quese incluyen Salmonella o E. coli, son los patógenos más habituales en los alimentos, además de virus y mohos.
Las bacterias son los patógenos más habituales en los alimentos, aunque no son los únicos. Virus, mohos y levaduras también suelen frecuentar los alimentos. Las bacterias pueden causar al consumidor infección e intoxicación, son dos consecuencias diferentes. La infección se produce por la ingesta de alimentos contaminados con bacterias vivas que entran en el huésped y provocan la enfermedad. La intoxicación, en cambio, aparece cuando se ingieren alimentos que antes se han contaminado con bacterias que producen toxinas, y estas últimas son las que causan la enfermedad. Sin embargo, el denominador común de todas ellas son los síntomas gastrointestinales que producen: dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarreas, calambres, fiebre, etc.
Bacterias en la medicina
Mediante técnicas de Ingeniería genética, a partir de las bacterias se obtienen en este momento:- Proteínas para el tratamiento de enfermedades humanas, como la diabetes, hemofilia y enanismo hipofisario.
- Interferón y vacunas sintéticas (hablaremos de ellos en el tema siguiente).
Otra utilización importante de los microorganismos es para la obtención de antibióticos, que son los fármacos más utilizados en el tratamiento de las
enfermedades infecciosas.
Los ANTIBIÓTICOS son sustancias producidas por hongos y bacterias, que liberan en el medio donde viven impidiendo el crecimiento de otros microorganismos o bien produciendo su muerte.
El descubrimiento de los antibióticos se debe al médico británico Alexander Fleming
En 1929, Alexander Fleming observó que una placa de cultivo donde crecían colonias de la bacteria Staphylococcus aureus había sido contaminada con un hongo; alrededor del hongo no se observaban las manchas amarillas que identifican a las colonias de esta bacteria.
Tuvo el acierto de entender lo que este hecho significa: el hongo, un moho grisáceo similar al que se desarrolla en el pan y en el queso y que identificó como Penicillium notatum, libera al medio una sustancia que impide el crecimiento de la bacteria; a esta sustancia se le dió el nombre de penicilina.
Se tardó algo más de diez años para que otro británico, Norman Heatley, idease el método de cultivar el moho y destilar la penicilina.
Bacterias en la salud
Desde hace varios años se vienen estudiando los beneficios producidos por las bacterias que viven en condiciones normales en nuestro interior colonizando la última parte del intestino delgado y del grueso –sobre todo el colon–, y que componen la flora intestinal del ser humano. Los malos hábitos alimenticios, el estrés, el ritmo de vida inadecuado y, sobre todo, el abuso de los antibióticos son factores que pueden influir en la falta de un equilibrio bacteriológico en el intestino, donde estos seres microscópicos pueden jugar un papel importante en la prevención de enfermedades. Cuando el consumo de antibióticos es inevitable existen mecanismos para volver a las funciones de las bacterias beneficiosas a través de los alimentos probióticos, que contienen bacterias vivas, los prebióticos, que no incluyen bacterias pero estimulan su crecimiento, y los simbióticos, cuya eficacia es combinada. Los probióticos llevan microorganismos vivos como lactobacilos y bifidobacterias y se encuentran sobre todo en los productos lácteos fermentados como yogures y quesos. Ayudan a la digestión de los carbohidratos, sintetizan vitaminas del grupo B, favorecen la absorción del calcio, mejoran los síntomas del intestino irritable y hacen más asimilable la lactosa. Lo mismo sucede con los del kéfir y los de la levadura de panadería y la levadura de cerveza, que además tienen alto contenido en cromo bueno para los diabéticos. Los prebióticos son sustancias que estimulan el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas. Podría decirse que ‘dan de comer’ a estas bacterias para que se reproduzcan y vivan de nuevo en el intestino. Se encuentran de forma natural en el trigo, el ajo y la cebolla, la remolacha, losespárragos, el tomate, los plátanos, las legumbres y las alcachofas, en forma de fibra, oligofructosa, inulina, lactulosa y otros, y por ello, la industria alimentaria los emplea como ingredientes en la leche, yogures, margarinas, cereales y zumos. Los simbióticos combinan las propiedades de los probióticos y prebióticos, como sucede, por ejemplo, con los yogures con fibra. La higiene excesiva puede resultar perjudicial porque acabará con los gérmenes beneficiosos, y lo mismo sucede con el consumo indiscriminado de antibióticos porque eliminamos los microorganismos buenos y malos y el cuerpo humano pierde mecanismos de reserva e inmunidad. No los tome sin indicación del médico.
Bacterias en la política
Un trabajo liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con la Universidad de Newcastle y el Parque Científico de Madrid, aporta nuevos datos sobre un mecanismo de regulación que contribuye de forma significativa a la transferencia génica horizontal, un proceso mediante el cual las bacterias intercambian su material genético. La investigación, publicada recientemente en la revista PLOS Genetics, constituye la base para el futuro desarrollo de herramientas genéticas capaces de modificar el comportamiento de bacterias con implicaciones en procesos clínicos e industriales.
Bacterias en el turismo
presencia en ambientes naturales de bacterias capaces de resistir concentraciones elevadas de clorofenoles, unos compuestos clorados altamente tóxicos que se utilizan en la industria química y que pueden producir contaminaciones ambientales. Algunas de estas bacterias, que han podido ser aisladas y cultivadas en el laboratorio como por ejemplo Kocuria palustris, Lysobacter gummosus, Pseudomonas putida, Burkholderia arboris, Luteibacter rhizovicinus y distintas especies de Bacillus, no sólo son capaces de crecer con elevadas concentraciones de los compuestos organoclorados más tóxicos (TCP y PCP) sino que pueden reducir sus concentraciones en el medio ambiente Además, en determinadas condiciones, su presencia favorecería un incremento de la actividad microbiana en los ecosistemas afectados por ocasionales eventos de contaminación. El interés biotecnológico de estas cepas microbianas resistentes radica en su potencial aplicación para recuperar zonas contaminadas por estas sustancias (por ejemplo, en el caso de vertidos causados por accidentes en industrias químicas). En este sentido, por el hecho de tratarse de microorganismos obtenidos directamente de ecosistemas naturales pueden resultar más efectivas en su utilización en el medio ambiente que los cultivos bacterianos seleccionados o modificados genéticamente en el laboratorio. Los resultados de estas investigaciones se han publicado en las revistas internacionales Chemosphere, FEMS Microbiology Ecology, Geomicrobiology Journal y Journal of the Total Environment, de elevado impacto científico a nivel internacional en los ámbitos de la microbiología y las ciencias ambientales
Bacterias en el deporte
El deporte, como hemos comentado ya muchas veces, es una de las mejores maneras de luchar contra la obesidad ya que nuestro organismo a la hora de hacer deporte consume energía
En ejercicios superiores a una hora de duración los expertos aconsejan tomar tres vasos de agua una hora antes de iniciar el ejercicio. El deporte, como hemos comentado ya muchas veces, es una de las mejores maneras de luchar contra la obesidad ya que nuestro organismo a la hora de hacer deporte consume energía y por lo tanto además de consumir calorías mediante el ejercicio físico, deberemos cuidar nuestra alimentación.
Hay unos elementos básicos que nos aportan energía a la hora de hacer deporte como son aquellos que son fuente de hidratos de carbono entre los que se encuentran el pan, las galletas, los cereales, la pasta, el arroz o los los frutos secos. También se necesitan otros alimentos que podríamos denominarlos como reguladores que son aquellos que nos aportan vitaminas y minerales fundamentalmente. Entre estos alimentos estarían las frutas, las verduras, las hortalizas y las legumbre. No debemos olvidarnos tampoco del aporte proteico que lo obtendríamos de la carne, el pescado y los huevos.
Es evidente que hasta aquí más o menos todos conocemos que tenemos que surtir a nuestro cuerpo de todos los tipos de alimentos anteriormente citados. Pero también es evidente que dependiendo del tipo de deporte que practiquemos deberemos variar nuestra dieta alimenticia.